En condiciones FOB, el vendedor asume todos los costes y riesgos hasta el momento en que la mercancía se carga a bordo del buque. La responsabilidad del vendedor no termina en ese momento a menos que las mercaderías sean "apropiadas para el contrato", es decir, que sean "claramente desestimadas o identificadas como las mercaderías del contrato". Por lo tanto, el contrato FOB requiere que el vendedor entregue las mercancías a bordo de un buque que debe ser designado por el comprador de una manera habitual en el puerto en particular. En este caso, el vendedor también debe organizar el despacho de exportación. Por otro lado, el comprador paga el costo del transporte de flete marítimo, los honorarios del conocimiento de embarque, el seguro, la descarga y el costo del transporte desde el puerto de llegada hasta el de destino. Desde que los Incoterms 1980 introdujeron el Incoterm FCA, el FOB sólo debe utilizarse para el transporte marítimo y fluvial no contenedorizado. Sin embargo, el FOB se utiliza habitualmente de forma incorrecta en todos los modos de transporte, a pesar de los riesgos contractuales que puede introducir. En algunos países de derecho anglosajón, como los Estados Unidos de América, la FOB no sólo está relacionada con el transporte de mercancías por mar, sino que también se utiliza para el transporte interior a bordo de cualquier "buque, automóvil u otro vehículo".